AGATHE PITIÉ
"Diseño
cada dibujo según un reparto, guiado por un escenario cuidadosamente descrito
en mis cuadernos con actores y roles. Después de decidir sobre el tema de su
dibujo, lleno las páginas con mis ideas. Al igual que un director, invito a los
personajes que conocí durante mi investigación a este elenco imaginario que
actuará en su próxima producción, organizado y descrito en un papel en un
desorden que solo es aparente. Organizo el escenario y cada personaje desempeña
el papel que se le asigna y, como en una película, los extras aparecen junto a
las estrellas en una cronología propia."
Agathe Pitié es una artista francesa nacida en 1986. Se autodenomina como una
Artista Punk Medieval. Su obra, inspirada en maestros illuminati de la Edad
Media, se ejecuta mediante el método de representación llamado "Horror
vacui" para crear una cosmogonía donde personajes míticos de la antigüedad
conviven en un cercano diálogo junto a iconos de la cultura popular contemporánea
del siglo XXI.

Las referencias que Agathe Pitié
toma para su obra son infinitas, el espectador puede navegar sus dibujos como
lo haría en internet, saltando de una referencia visual a otra, donde se unen
de un curioso modo elementos que parecen inconexos. La disponibilidad y la
velocidad a la que accedemos a la información en el mundo actual, ha cambiado
profundamente la estructura y el funcionamiento de nuestra sociedad, como
también el desarrollo personal de cada individuo. Una búsqueda simple en
internet, nos provee acceso a una cantidad infinita de información que la
artista reordena y elige. El carácter internacional y eterno de sus
composiciones, es a su vez, un ejemplo claro de la cultura popular. La
diversidad imaginada por Agathe Pitié, forma un sincretismo en el que cada
narración se descompone desfragmentando clásicos modos de representación. Pitié
navega internet, y también el lado más profundo de la web, saltando de enlace
en enlace hasta encontrar detalles desde los que extrae datos.

El dibujo necesita de muy pocos
recursos, es un medio que se usa para la reproducción inmediata de la
información. Es considerado una de las primeras formas de arte desde el origen
del mundo, como se puede ver en las antiguas cavernas, de épocas prehistóricas.
Por otro lado, internet nos permite el acceso instantáneo a gran cantidad de
información. La pantalla se vuelve un nuevo modo de conectarnos con el mundo
exterior, desde la soledad de una habitación y cualquier espacio u oficina.
Pitié se inspira en artistas que han sido llamados pintores
"visionarios", como Albrecht Dürer, y Martin Schongauer, -dos
artistas que admira y que ha estudiado en detalle-. Su obra incorpora a través
de una extensa investigación y por medio de un método de representación del medioevo,
imágenes del mundo contemporáneo actual, y se transforma a su vez en un
análisis antropológico del mundo en nuestros días.
Desde el año 2014, Agathe Pitié comienza a retratar historias sobre bandas
criminales urbanas, sobre todo de América. Su obra de 2016 "Oso
Blanco" relata la vida de Carlos Torres Iriarte, y la organización
criminal "Ñeta", en la cárcel de máxima seguridad de Puerto Rico; en
su pintura de 2017 "MaraBuntas", describe la historia de la
"Mara", banda urbana creada por inmigrantes Salvadoreños en la ciudad
de Los Ángeles, y las guerrillas de "Salvatrucha".

Agathe Pitié desfragmenta de un
modo humorístico y personal la evolución del mundo contemporáneo, como en su
serie de dibujos del año 2016, "Darwin Awards", con imágenes de
personas reales que irónicamente han contribuido a una mejora genética en la
raza humana. En "Sada Abe", de 2017, representa a una ex-Geisha que
en el año 1936 asfixia eróticamente a su amante y luego de cortar sus
genitales, llevarlos en el interior de su cuerpo, durante días. "Trojan
horse", de 2016, es una serie de imágenes donde representa la actividad
del software malicioso en que los usuarios confunden programas aparentemente
inofensivos y permiten el acceso remoto a su información privada.
“La
dimensión internacional y eterna de mis composiciones es también un gran
ejemplo de la cultura publicitaria popular. La mezcla cultural que imagino es
un verdadero sincretismo, que crea un nuevo conjunto que transforma
radicalmente la versión clásica de cada historia representada. Navego por
Internet y también documento en Deep Web y Dark Web, pasando de un enlace a
otro para forjar un camino original extraído de la gran cantidad de información
explorada”.
El espectador navega por los
dibujos como todos los demás en Internet, moviéndose aleatoriamente de una
referencia visual a otra, tejiendo gradualmente los enlaces que conectan estos
elementos dispares, aparentemente no relacionados.
En sus obras, a la fusión y amalgama de elementos diversos, se une la
provocación, que en ocasiones parte de la propia elección de la temática. Su
estética parece a veces orientalizante, medieval, infantil… Recuerda en
ocasiones los abigarrados cuadros de Brueghel o El Bosco, en los que las
diferentes figuras realizan una tarea independiente de las demás y todos unidos
configuran la historia que se quiere narrar, símbolo o referencia. En estos
nuevos tiempos, para esta artista encontrar un camino personal pasa por la
mezcla y la sorpresa.
GREGORIO PEÑO
“La cerámica es el material con el
que he crecido. Los procesos que la conforman desde que se recoge la tierra, se
prepara la arcilla, se crea el objeto y se somete al fuego, marcan una línea
temporal que me es familiar. La transformación del material es para mí un
diccionario conceptual que delimita un itinerario artístico al margen de lo
fijado por escuelas y grupos.
A raíz de esta concepción, mis
creaciones parten de una construcción que se ve alterada por los procesos que
se dan en su interior. A veces procedo a la intervención del material sin el
empleo de ninguna herramienta, en estos casos las consideraciones de gravedad,
plasticidad o expansión son tan importantes como las del espacio. En
Compresiones, se añaden nuevos materiales como el cristal y la cinta elástica
creando un nuevo espacio de tensión que, junto con contraste, emoción y tiempo
completan el léxico común del conjunto de mi obra.
Hay un gesto común en toda
mi investigación objetual, un gesto que no es simplemente una mediación entre
lo humano y las cosas, sino un ensamblaje, un cruce de trayectorias que permite
que la arcilla forme parte activa de la creación, sin líneas divisorias entre
practica y teoría o artesano y artista. La materia como elemento de
profundización y desarrollo”.
Gregorio Peño es un artista cerámico nacido en Toledo en
1983. Desde niño se interesa en el desarrollo de la cerámica moderna y
sus grandes representantes, siempre con una vocación de búsqueda incesante de
su propio estilo, pronto tendrá las primeras exposiciones que le otorgan no
sólo una madurez temprana sino un diálogo directo con público y crítica.
Sus obras pueden parecer
hieráticas y solemnes -la cerámica como elemento escultórico, y sobre todo, su
aspecto monocromo tiene mucho peso-, pero en una reflexión más amplia de sus
formas, el equilibrio de los plegados, la brillantez en la que resuelve el
cambio de calidades del barro cocido y esmaltado, podemos advertir una búsqueda
artística en un terreno nada habitual entre los que inician su carrera.
Su exposición Colapso resaltan el
uso de la cerámica como un sujeto activo en la creación artística, y ponen en
cuestión los límites difusos entre materia y forma. En este sentido, se
desestabiliza la precomprensión de la única función de la materia como vehículo
de las ideas, formando esta parte activa de la construcción del volumen final
del objeto.
Al mismo tiempo, la cerámica es
un medio con una larga historia y trae consigo una amplia gama de significados
y suposiciones. Esa parte conflictiva, fuera de ser un problema, hace de la
cerámica un medio artístico apasionante.
El proceso creativo parte de una
afectación mutua, un gesto que no es simplemente una mediación entre lo humano
y las cosas, sino un ensamblaje, un cruce de trayectorias sin líneas divisorias
entre práctica y teoría o entre artesano y artista. La materia concebida como
elemento de profundización y desarrollo.
"Colapso" no es una
palabra con una significación negativa para el autor, sino que trae consigo un
punto de partida, un hasta aquí y a partir de aquí. De esta manera, construye
la forma teniendo en cuenta que su volumen final estará determinado por las
propias cualidades físicas del material llevadas al extremo, la gravedad aquí
colapsa y construye. "Es así como llego a este tipo de formas que tienen
autonomía y significado por sí mismas", explica Peño.
Son formas que se descomponen,
que se aplastan y parecen agusanarse. Deformaciones, protuberancias, arrugas.
Formas antiestéticas que se encogen, abatidas; o que estallan y se derraman
como cajas que no pueden sujetar su contenido.
Hay quizá cierta implícita referencia a los atributos sexuales, cierta similitud.
Egos que caen, que se desploman, que revientan.
Cerámica que deja de ser decorativa. Esmaltes que marcan y delimitan las
formas. Barro que intenta convertirse en expresión artística.